Sobre la artista

Carolina Velasteguí (1985) es artista visual, vive en la isla San Cristóbal en el archipiélago de Galápagos. Tiene un máster en Artes Liberales por la Universidad Nacional de Australia. Es vicepresidenta y cofundadora de GECO, una organización de base cuyo objetivo es promover la defensa de los intereses sociales, culturales y ambientales de los habitantes de Galápagos.

En su obra, el lenguaje desempeña un papel central; su práctica reflexiona sobre los límites entre las palabras y el dibujo. Actualmente, su práctica artística se centra en explorar el pensamiento archipelágico en el contexto del cambio climático. La producción de Carolina parte de su experiencia insular, habitando el archipiélago como metáfora y territorio desde donde reflexiona sobre la comunicación con el mundo más que humano y su connotación en el contexto del Capitaloceno.

Ha expuesto su trabajo en muestras en Quito, Galápagos, Australia e Irlanda. En 2019 fue ganadora del Encuentro de Arte Público, edición Galápagos, en el marco del proyecto “Real Smart Cities” organizado por la Universidad de las Artes, TUDublin, y el Programa de Acción ReaLsMs Marie Sklodowska-Curie. En abril de 2022, ganó una residencia artística en TUDublin, Irlanda, en el marco del proyecto “Real Smart Cities.”

Sobre la obra

Esta obra propone la creación de un sistema diseñado para activar un performance colectivo. Está compuesta por 27 artefactos y por un sistema de tintas conectado a los cambios diarios de la marea de la isla San Cristóbal en Galápagos. El principal objetivo del Cyborg Colectivo es destacar la subjetividad y la construcción de la experiencia común, aspectos que a menudo se desvanecen en las dinámicas del gobierno algorítmico que subyace las pantallas. La obra explora el concepto de “marealéctica” como una herramienta que nos permite habitar el territorio de lo común, repensando nuestra relación con la tecnología y con el mundo más que humano, en el contexto del Cambio Climático. Como parte de la obra, se invita al público a a contribuir a la construcción de un texto colectivo, cuyo punto de partida será un extracto del poema “Rise” de Kathy Jetnil-Kijiner. Cada uno de estos artefactos funcionarán como una extensión del cuerpo, con los participantes como motor de funcionamiento. De esta manera, el Cyborg Colectivo se construirá a través de encuentros marealécticos entre los participantes, los artefactos, el texto y la marea de San Cristóbal. La obra de arte se convertirá en un espacio de encuentro de lo común, un sistema de retroalimentación de disparidades, y una inteligencia colectiva en constante formación, abierta y mediada por una complejidad de relaciones y participantes.  Cyborg Colectivo busca inspiración en la marea como cuerpo de agua y metáfora; para imaginar un futuro marealéctico, donde la agencia de los habitantes de un territorio y del mundo más que humano nos permitirá explorar alternativas al reflexionar sobre la complejidad del Cambio Climático. 

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