Remotx

Mi nombre es
Juan Fernando León
Tengo 28 años
Soy bailarín
Pintor
Gestor cultural
Maricón
Fanático de los pelos pintados                                        los animales                           el sexo
        Los tatuajes                  las plantas                                   llorar
   Las uñas pintadas                                     la marihuana
                   Los lamentos                           los videojuegos
Escribo este proyecto porque tengo una hernia lumbar y me he visto obligado a detenerme por un tiempo
                ¿me obligué a mí mismo?
               Me asusté
   No me voy a operar
                No voy a parar de bailar
Y como estoy en este conflicto entre lo que quiero y lo que soy, lo que tengo, lo que sucede. 
Decidí vomitarlo en una obra 
Es un diario
El proceso fue aleatorio, sobre ir y volver, armar y desarmar
Inicié con el material: unos 200 videos de mí
                  Improvisando
 A veces hay una que otra cosa planeada
                                  Pasos que se repiten 
 Sentimientos que veo; o me imagino ver. 
                                  Técnicas de danza que se quedan conmigo
                                  Imágenes 
Ansioso       Conectado       Intenso       Incómodo       Tranquilo       Felíz
Soltar       Sacar       Cortar       Dibujar       Flotar       Contener
Pájaros       Peleando con la abeja       Colgado de un hilo       En otro mundo       En este mundo       Entre este y otro
En la zona    
Clasifiqué los videos con estas palabras
Y los subí a internet, pensando en ordenarlos en una página web para que sean vistos
Pero faltó mostrar más que solo mi cuerpo bailando
Y empecé a vomitar palabras que me salían de pensar en estar ansioso, en soltar, en los pájaros.
Hablé con Bry.ers y empezamos a trabajar juntes en la obra, hicimos y rehicimos. Terminamos eliminando el texto, buscando imágenes con los videos. 
El resultado final es lo que pueden ver, páginas web llenas de videos y juegos con las imágenes y algunos textos sobre esas experiencias. Les animo a explorar, hacer Zoom, leer y ver los videos que quieran.

Se ha trabajado con la sombra y el travestismo. Hago referencia al análisis psicológico de Carl Jung y a vestirse o convertirse en lo contrario, que no necesariamente se refiere al género sino la exploración de otras partes de nosotrxs mismxs. A través del acto de transformarse en la sombra, se experimenta un tránsito de reflexiones sobre la transmutación de la misma; ahondando en el poder y las herramientas de aquello que se ha evadido en nuestra psique racional.

El travestirse crea tensiones en distintos órdenes de cohesión; sociales, físicos y psíquicos. El acto performativo de transformarse nos enfrenta al miedo. Estos momentos forman parte de largos procesos de autoconocimiento individual y comunitario que toman el cuerpo de reconocimientos, acciones y objetos que habilitan el desplazamiento o aceptación de la sombra. Esta experiencia y persona será retratada por medio de la fotografía. 

Cada fotografía ha sido posible gracias a una meditación guiada para trabajar con la sombra, estructurada por Ramiro Villacreces y Andrea Fernández.

Los retratos están acompañados de literatura y distintos elementos – creados por lxs participantes o en conjunto – que darán acceso a algunos de los secretos sobre cómo lxs retratadxs se han enfrentado a su sombra.

Las imágenes se exponen como una tirada de tarot.

Lxs colaboradorxs y participantes son Paula García, André Rangel, Sebastián Paredes, Jose Mora, Alvaro Chiriboga y David Cevallos. Gracias.

El título viene del cambio de la palabra FOES (une oponente o algo destructivo) a la palabra DOES (hacer en 3ra persona) a partir del cambio de una sola letra, de la F a la D.

Esto crece.

Si los océanos se secaran por completo quedarían suficientes restos de sal como para construir una muralla de 180 millas de altura y una milla de grosor alrededor del Ecuador.    

“Viajerxs Inmóviles” nace a partir de la manipulación de registros digitales (google maps). Este acercamiento a las imágenes de un archivo en línea supone una toma de conciencia al respecto de la manipulación, fragmentación y resignificación de las mismas. Esto implica de cierto modo extirpar a las fotografías de su origen y, ensamblarlas en un escenario alterno, generando un relato en el cual se presentan nuevas conexiones espacio-temporales. La censura en las mismas nos permite adentrarnos en una visualización marcada por el fracaso, esto debido a que a pesar de este intento por ver al mundo de forma simultánea, las fronteras digitales nos alejan de esta posibilidad.
Se seleccionan y contrastan imágenes con nuevas alegorías que han perdido su función inicial. Las mismas ya no se encuentran en línea en su repositorio original, no se conoce el lugar al que pertenecen y muchas veces ni siquiera se puede observar claramente lo que representaban. A partir de esto,nos introducimos en el juego de lo estético y lo sensorial, a la vez que nos alejamos de la realidad asincrónica y ficticia de la web. En “viajerxs inmóviles” se juega con aspectos como: reorganización del archivo, utilización de recursos digitales para replantear la percepción del espacio y la edición de imágenes tomadas de la red. Todo esto con el fin construir una narrativa subjetiva relacionada más bien con la memoria personal, la poética visual y la fragmentación/omisión de las imágenes digitales.

Esta obra nació de la curiosidad, o quizás de la decisión de dar cuerpo a las historias que toda la vida he escuchado; y todo lo que surge en medio -como las respuestas que empecé a buscar- y las posibles nuevas relaciones con gente desconocida. Lo que no advertí es que una serie de hechos de hace casi cincuenta años, serían analizados desde la posibilidad del Internet y del escrutinio de un archivo fotográfico heredado. ¿Está mi tía viva? Y ¿por qué nunca volvió a Ecuador? Son preguntas que han sido recurrentes en mi vida. La familia materna que nunca conocí, ahora es investigada por medio de las posibilidades digitales y el archivo familiar; existe una primera persona que se intenta descubrir que surge del encuentro del pasado y el presente.

Dos intensidades convergen y se potencian en “13 machos”, por un lado mi uso del arte como herramienta autobiografica de purga y reconfiguracion de emociones y pensamientos, y por otro lado mi interés por hacer a la audiencia partícipe del proceso creativo, los convierto en usuarios y les otorgo la responsabilidad, por lo menos en parte, de la creación del sentido. La materialidad de la publicación web me permitió integrar contenidos enteramente digitales, que existen solo en línea y pueden exhibirse solo en pantallas y parlantes, con un diseño editorial inspirado en la literatura interactiva que leia en mi adolescencia y directamente influido por los “Cien Mil Millones de Poemas” de Raymond Queneau . A través de entregar el poder de la composición sonora al usuario del texto, en el que dispone de miles de millones de posibilidades combinatoria, realizo mi propia muerte como autor a la Barthes. Muerte que se sintoniza con la otra intensidad la de la muerte no solo del autor sino del macho que vive en mi desde mi infancia. Sin dejar de pagar honor al largo proceso de desaprender el machismo incorporado en mi por transmisión social. Trato entonces de matar dos pájaros, que son uno solo, de un solo tiro: al autor y al macho. “13 machos” es en este sentido una máquina para matar, parecida a una escopeta.